1-¿Qué es un conflicto?
El conflicto humano es una situación en que dos o más individuos
con intereses contrapuestos entran en confrontación, oposición o emprenden
acciones mutuamente antagonistas, con el objetivo de neutralizar, dañar o
eliminar a la parte rival, incluso cuando tal confrontación sea verbal, para
lograr así la consecución de los objetivos que motivaron dicha confrontación.
2) ¿Cuáles pueden ser las causas
de un conflicto?
La mayoría de los conflictos
violentos afectan a países pobres, pero la relación entre pobreza y violencia
no es directa. Por lo general, las causas de los conflictos violentos son
complejas. Algunos conflictos están vinculados a la competencia por las tierras
y otros recursos naturales. El crecimiento de la población sin un aumento de la
productividad, o las nuevas oportunidades de obtener ingresos de actividades no
agrícolas, suelen dar lugar a un incremento de la presión sobre los recursos
naturales.
El consiguiente deterioro ambiental
puede provocar una competencia aún mayor por los recursos naturales restantes.
Como el acceso a la tierra está relacionado muchas veces con la identidad
social, los derechos de las personas sobre la tierra pueden ser utilizados para
la explotación política de las tensiones. En los casos en que la propiedad de
la tierra se concentra en manos de una minoría, ya sea en función de la clase
social o de la pertenencia a un grupo étnico, las demandas de reforma agraria
pueden conducir a un enfrentamiento violento. Los problemas relativos a la
tenencia de la tierra son fundamentalmente de carácter político y las
relaciones de tenencia están insertas en las relaciones de clases o étnicas, al
mismo tiempo que se ven afectadas por ellas. Los problemas de tenencia de la
tierra pueden tener connotaciones políticas y las cuestiones políticas pueden
tener resonancias étnicas.
3) ¿A través de qué métodos se
pueden resolver los conflictos?
- Mantente fresco cuando otros estén furiosos y pierdan la cabeza. Tú
tienes el control sobre tus emociones, no lo pierdas. No se trata de no
demostrar tu molestia, sino de hacerlo mesuradamente, sin después arrepentirte
de una acción cometida en un momento de descontrol.
- Recuerda que cada discusión tiene al menos tres puntos de vista: el
tuyo, el del otro y los de terceros, los cuales probablemente están más
cerca de la objetividad.
Siendo más versátil y viendo las cosas desde la perspectiva de los demás, enriquecerás tu propio punto de vista.
- Espera a calmarte antes de hablar. Ten en cuenta que la relación es
más importante.
- Trata a toda persona con la cual tengas contacto como si fuera un
pariente rico, de quien esperas ser incluido en su testamento. Nunca te
arrepientas de tratar muy bien a la gente. Es lo mejor en todos los
sentidos.
- Busca el lado positivo y agradable, aún de las situaciones más
complicadas y dolorosas. Es una disciplina que te ayudará a pasar más
fácilmente los momentos difíciles, y a convertir los problemas en
oportunidades.
- Establece el hábito de hacer preguntas y sobre todo, de escuchar las
respuestas. Pregunta antes de reaccionar. Algunas veces disparamos y
después preguntamos. También preguntamos, pero escuchamos para contestar,
y no para tratar de entender.
- No hagas o digas nada que pueda herir o hacerle daño a otra persona.
Aférrate al proverbio que dice que todo lo que uno haga, se devolverá. La
gente no recuerda tanto lo que tú dices o haces, sino la intención con la
que lo haces.
- Sé consciente de la diferencia entre análisis amigable y crítica
destructiva. Observa si el propósito de tus palabras es ayudar,
desahogarte o hacer daño.
- Ten presente que si toleras a los demás, ellos también serán pacientes
contigo en los aspectos no muy gratos de tu personalidad.
- El verdadero líder sabe reconocer sus errores y aceptar
responsabilidad. No olvides que un conflicto bien manejado fortalece la
relación, y te ayuda a aprender de las diferencias.
4) ¿Qué comportamientos no sirven
para resolver conflictos?
A resolver conflictos se puede
aprender (independientemente de la edad) y también se puede enseñar. Las
técnicas de las que vamos a tratar sirven tanto para resolver las situaciones
conflictivas ya existentes, como para prevenir otras en el futuro.
Aunque hay muchas formas de
abordar este tema, a nosotros nos parece útil seguir estos 6 pasos, definiéndoos claramente en cada situación:
1. ¿Cuál es el
problema?
2. ¿Quién tiene el
problema?
3. ¿Qué sabemos
sobre el tema?
4. ¿Qué
alternativas hay?
5. ¿Qué curso de
acción elegimos?
6. ¿Ha sido una
elección acertada?
5) ¿Qué comportamientos generan
conflictos?
Personalidades conflictivas:
existen dentro de casi todos los grupos, integrantes que pueden generar
molestias, recelos o incomodidades que a largo plazo pueden generar conflictos
internos. A continuación enumeraremos alguna de ellas sin que el orden
aleatorio que le daremos sea por su importancia, sino que la importancia de
estas será mayor o menor de acuerdo al contexto en que se desarrolle.
Sujetos monosilábicos: por lo
general muestran poco compromiso con los objetivos del grupo, suelen contestar
lo mínimo ante un requerimiento, tratar de hacer lo imprescindible, sin conciencia de
que estos comportamientos no aportan a los objetivos del grupo y generan
molestias a sus compañeros.
Una forma de enfrentar estas
personalidades, es invitarlos a participar, (empujarlos a comunicarse)
preguntarles, solicitarles siempre detalles y siempre que participen
agradecerles el aporte y hacerles notar que su colaboración ayuda a cumplir los
objetivos del grupo.
Sujetos que no escuchan: son
personas irritantes, no prestan atención y
por lo general suelen no realizar las tareas solicitadas o realizarlas mal.
Debemos prestar atención. Porque
es posible que solo estén desmotivados, una forma de asegurarnos que hayan
comprendido lo que pedimos o explicamos, es transmitirle las cosas lo más clara
y concisamente y luego, decirle "para asegurarnos que me haya explicado
bien, por favor, repítame lo que dije, no textual, sino, con tus palabras.
Sujetos soñadores: son personas
que sueñan despiertas, por lo general no son productivos, cometen errores y
divagan, pero a menudo suelen tener ideas que pueden ser consideradas
brillantes.
6) ¿Qué tipos de conflictos
existen?
Conflictos entre jefes de
departamento.
Dependiendo del ámbito, cada
persona puede tener conflictos:
- consigo misma => conflictos de conciencia.
- con otras personas => conflictos interpersonales.
- con la sociedad => conflictos sociales.
Aquí trataremos de los conflictos
interpersonales en el ámbito familiar, con especial atención a la relación
entre padres y hijos.
Dado
que los jefes de departamento son individuos dotados de responsabilidades y
poderes similares, se deben organizar para convivir armónicamente, pero gracias
a que el ser humano es impredecible en su comportamiento, se generan roces
entre ellos generando conflictos.
Conflictos entre el jefe y sus
subordinados (y viceversa).
Estos
conflictos se generan principalmente, por asuntos tales como la remuneración, productividad y
las condiciones generales de trabajo.
El
conflicto entre un subordinado y su jefe genera en el primero desmotivación y
sentimientos de ser "victima", ya que siempre se presentaran las comunicaciones donde
la tensión se hace presente.
Conflictos entre personas de
un mismo departamento.
Es
el más común entre los conflictos en una organización, se presenta ya que
colegas con un mismo nivel jerárquico sufren o provocan luchas internas que
repercuten de una u otra manera sobre el responsable del grupo.
Conflicto entre el individuo y
su trabajo.
Este
tipo de conflicto es el mas difícil de diagnosticar ya que se presenta en un
solo individuo, viene definida por las presiones económicas por desempeñarse
laboralmente y ser socialmente productivo.
Caza del tesoro conflicto en la escuela.
Autor:
Fátima Reyes
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